Las consultas con Camila han sido muy gratificantes aparte de sanar espiritualmente, es reconocimiento, es aprendizaje, es amor.

Hay formas de reencontrar la mirada, he intentado mucho meditando, con terapias para avanzar en el camino espiritual revisando de atrás hacia adelante. El camino que me ha ayudado y aclarado mi mirada, esta vez a través de Camila, es crear desde mi historia, después de revisar mis experiencias y como han tallado mis pros y contras, mis avances y bloqueos el momento en el que estoy. Crear como desfogue, crear como ruta de partida y llegada, crear como encuentro con lo que fuimos y seremos, crear como forma de mirarnos de frente y de reverso. Crear, no sólo como experiencia última y definitiva, sino como gesto de inicio de los muchos encuentros que forman el hilo del despertar espiritual. Con Camila el proceso ha sido crear con ayuda, pero no la ayuda que te controla, sino la ayuda que usa sus propios encuentros para propiciar los tuyos.

Llegó un momento en que sentí que la vida que llevaba no me generaba bienestar ni confianza, que necesitaba diseñar un nuevo camino para reencontrarme conmigo misma y conocer mi verdadera esencia. Pedí al universo un acompañante en esta ruta y encontré a María Camila; ella me fue guiando de la manera más natural y sencilla, siempre buscando que yo misma encontrara el propósito de cada experiencia de vida Fue así como comencé a experimentar la realidad de una manera diferente y a estar preparada para enfrentar el proceso de salud que comenzaba a manifestarse en mi cuerpo físico, reflejo del trabajo interno que necesitaba realizar. Aquí María Camila ha estado presente, ofreciéndome poderosas herramientas (visualizaciones, terapias de sonido, trabajos con cristales, orquídeas, herbolaria etc.) para hacer el trabajo de aceptación y amor hacia mi cuerpo; y los resultados son evidentes, cada cosa se ha venido superando de la manera y en el tiempo que corresponde. En este camino he aprendido que con acciones sencillas se comienzan a hacer los grandes cambios, y también he experimentado que la sanación está en mí misma, si vibro en la frecuencia del amor y hago un trabajo de entrenamiento constante. Mi admiración y gratitud infinita, eres un ser maravilloso que irradia luz y amor, haber realizado este proceso junto a ti ha sido el mejor regalo de la vida.